Con el Nombre de puerta se conoce dos elementos constructivos complementarios:
• El vano o hueco abierto en una pared, que sirve de paso desde un interior a otro o al exterior.
• El elemento adicional que se aplica para cerrar dicho hueco y regular, a voluntad, la salida y entrada
En el lenguaje diario es esta última denominación la única que suele utilizarse. Técnicamente el nombre es aplicable a ambas definiciones.
El vano
Recibe este nombre el hueco de paso que se abre en una pared. Tiene forma regular, simétrica, y cuando nace a partir del nivel del suelo y alcanza la altura y anchura suficiente para permitir el cómodo transito de una persona de alta estatura, toma la denominación particular de puerta, que es el caso que estamos considerando.
También son vanos los que originan las ventanas, huecos a cierta altura del suelo que tienen la misión fundamental de permitir la aireación de un local, al mismo modo que la entrada de la luz natural procedente del sol.
Por lo general el vano de una puerta es rectangular, formado por cuatro planos a escuadra entre si, en los que pueden distinguirse varias figuras.
• Las jambas o superficies laterales que forman conjuntamente las partes verticales que delimitan el perímetro del hueco por ambos lados, derecho e izquierdo. Constituyen el determinante de su altura.
• El dintel parte horizontal que delimita dicho hueco por el extremo superior y cuya longitud determina a su vez la anchura del vano.
• El umbral o límite inferior, también horizontal y situado a ras de suelo en el propio piso de la planta que constituye el paso pisable.
El conjunto integrado por las cuatro superficies de las dos jambas, el dintel y el umbral a escuadra con el parámetro o parte vista del muro se llama telar. El telar contornea pues la puerta propiamente dicha y determina el espesor del vano.